Hilos y bastidores

Ella es Tati,  se las presento.
Es la hermana de mi abuela, la genial modista   ( ejemmm... saqué sus genes ... :P ) que ya les conté  acá que me bañaba en un balde  ( ??? ).  Tati odia coser, no le gusta ni pegar un botón, nada de nada.  Pero desde muy chiquita  mi bisabuela la  " mandó "  ( dicho así por ella ) a aprender a bordar, claro que me confesó que luego le gustó y mucho.
Tati  nunca tuvo hijos, se casó dos veces, vivió toda su vida  en la casa de arriba de la de mi abuela,  crío a sus sobrinos como si fueran sus niños,  nos malcrió a  mis hermanas y primos como sus nietas y  supo ganarse todo el amor de nuestros hijos conviertiéndose en una verdadera  bisabuela. Es pura generosidad, amorosa y  super predispuesta a jugar con los peques  aún cuando están sus  novelas favoritas.
Enviudó por primera vez un mes antes de que yo nazca. Yo fui  quién la hizo volver a sonreir y su gran debilidad.
Quiero compartir con ustedes algunos de sus bordados,  sus preferidos los mandó a enmarcar e hizo unos mononos cuadritos para adornar su living, pronto les sacaré fotos, aquí algunos de los trabajos de su álbum.

 Punto seda, punto mota, punto yerba... Tati te cuenta como se llamaban y mientras tanto mira con nostalgia...

 El chinito es uno de mis favoritos :)

 Simple, amoroso, me parece que voy a enmarcarlo.

Bordado sobre un tul !!!  :o

  Compossé de puntos ( también incorporado en mis genes !! :P )

Me regaló el bastidor en el cual trabajó todo ésto, historia pura

Todo esto viene a cuenta que  otra vez las generaciones de mi familia se entrecruzan unidas por las labores y los colores.  Uno de los aprendizajes que me propuse  para este año es el bordado. Me compré un kit básico que pienso llevarme de vacaciones para empezar a jugar.

Apenas lo vió  Catalina, quiso empezar a probar ella también,  le mostré  lo poquito que me acordaba  y empezó solita .
La primera flor  que bordó se la regaló a Tati quién se derritió de amor al ver a mi  " pequeño clon "  ( somos  idénticas !!! ) frente a un bastidor . Historias que se repiten , se cruzan, y  nos dan la mágica posibilidad de sanar heridas de otros tiempos.
Ultimo dato,  Tati se llama Catalina, con apenas 2 años yo le dije Tati por primera vez  y así la llaman todos desde entonces.  A mi hija le puse Catalina,  lo supe desde siempre,   mi niña no  podía tener otro nombre  más bello que ese :)